miércoles, 24 de septiembre de 2014

En busca de la felicidad

Todos estamos buscando algo....

pero lo que buscamos cambia a medida que pasa nuestra vida. La conexión, todos queremos estar bien conectados a todo lo que nos rodea. Lo que a menudo sale a relucir cuando estamos inmerso en una relación, es un resumen de todas nuestras experiencias pasadas, una mochila bien llena que no nos deja avanzar.

Pues bien, haciendo referencia a la frase celebre  de Albert Einstein:
 " No podemos Solucionar los problemas que hemos creado con la misma idea que los provocó".


Podemos  llegar a este punto y reflexionar.


Mis mejores compañeros para la reflexión  son los Caballos, ellos nos pueden ayudar en este proceso a suavizar la transformación y tener plena felicidad.

¿Por qué actúas así? 

¿Qué ideas sobre ti mismo te impiden actuar de otra forma? 

¿Qué opciones tienes realmente? 

¿Qué te conviene más para obtener los mejores resultados? 


¿Cómo puedes mantener esa motivación?



Aprender a confiar en los sentidos implica tiempo y práctica. Empieza tomando nota de lo que te sucede y en poco tiempo comenzarás a elaborar conexiones que te ayudarán a encontrar respuestas que no sólo surgen de tu mente,sino también de las señales que te da el cuerpo.


Los caballos nos muestran nuestro interior, nos llevan a casa, un lugar seguro, a nuestro templo intimo y personal, un viaje a nuestra paz infinita. Durante millones de años el caballo ha evolucionado para convertirse en un animal único, la encarnación del amor divino, que puede curar nuestras cicatrices emocionales y mentales incluso nuestro dolor. Las valiosas lecciones que los caballos nos enseñan  nos ayudan en nuestra búsqueda para descubrir el significado de la vida y el lugar que ocupamos en el mundo. Lo que más me apasiona de mi trabajo es su sencillez a la hora de transmitir la información sincera e implacable de forma explícita y absoluta. Dado que los caballos no nos juzgan, nos invitan a juzgarnos a nosotros mismos, lo que nos permite asimilar de ellos lo que de otra persona nos molestaría. De hecho podríamos acusar a otra persona de proyectar sobre nosotros sus defectos,  diciendo ¨ No fui yo quien me equivoqué, fuiste tú el que me estabas  transfiriendo tus problemas¨.

En ocasiones un caballo entra en la vida de una persona y desencadena una mejoría.

 Te invito a que lo pruebes. Entra en www.conexioncoaching.com y Vívelo!!!!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario