En una sociedad como la nuestra caracterizada por un vertiginoso desarrollo científico y tecnológico, donde cada vez más impera cierta competitividad, tener éxito se convierte casi en una obsesión y donde necesitamos relacionarnos de manera eficaz con otros para mantener una estabilidad emocional que nos mantenga alejados de frustraciones, desengaños y fracasos, más que nunca, necesitamos de instrumentos o herramientas que nos ayuden a conseguir ese equilibrio emocional que tanto ansiamos.
En este sentido, se ha encontrado un colaborador excepcional: el Caballo.
Dos son las líneas más importantes de trabajo:
A) Enfocada al desarrollo personal
B) Liderazgo y habilidades directivas (dirigido a empresas)
Estas líneas de trabajo se llevan a cabo a través de dinámicas vivenciales, porque todo lo que se experiencia instaura un alto impacto emocional, es decir, empieza a formar parte de nuestro cerebro emocional produciendo grandes cambios en la percepción que tenemos de uno mismo y de los que nos rodean. En definitiva son programas para vivir, sentir, aprender, mejorar y crecer, programas realmente eficaces, experiencias que influirán posteriormente en el trabajo y en las relaciones cotidianas interpersonale
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