La vida tiene muchas subidas y bajadas, vueltas y revueltas, pero vamos a pasar
algún tiempo de curación con un profesor muy especial, alguien muy recomendado y
sumamente experto. Cuando nos encontramos, nuestros sentidos están aturdidos,
nuestro corazón reconoce a alguien a quien conoce desde hace mucho tiempo en
nuestra evolución. Los sabios ojos captan nuestra atención, mirándonos dentro y
fuera; la presencia es única y escucha atentamente de un modo en que nadie lo ha
hecho jamás. Desnudamos nuestra alma y por medio de agudas observaciones de
nuestros pensamientos y emociones, el profesor nos muestras cosas de las que
antes no habíamos sido conscientes. No hay nada oculto ni crítica alguna en este
enfoque, sólo un benigno deseo de ayudar. Sin necesidad de palabras, el profesor
nos puede cambiar la vida. Extendemos el brazo y tocamos su rostros amoroso:
sentimos la cálida respiración en nuestras manos, acariciamos su suave cuerpo.
Estamos salvados. Este guía es nuestro caballo, y todo los caballos del mundo.
Margrit Coates
No hay comentarios:
Publicar un comentario